BIG: CHAMPÚ

 

Una de las muestras que recibí con mi primera compra fueron un par de tarritos del champú de sal más conocido, Big. También llamado en otros países, Sublime. Había visto a varias vlogger (video blogger) y leído en otros tantos blogs hablar mucho de este champú y su poder voluminizador astringente y me llamaba bastante la atención desde la primera vez. Aparece en muchos lugares como uno de los productos estrella de Lush. Las dos muestras, que venían bien colmadas (es una de las cualidades que he observado como característica de la tienda Lush de Plenilunio en comparación con otras) me dieron para unos cuatro lavados. Podrían haber salido más lavados, pero con este champú en concreto tuve un error de novata, luego os lo cuento.

Algo de lo que solo algunas de estas chicas bloggeras hablaban era sobre el efecto de uso de las primeras veces y su impacto en el pelo con un champú sin siliconas: resulta que la sensación es sumamente desagradable en el momento del lavado porque el pelo se reseca un montón y, si es de medio a largo, se convierte en una maraña de tirones sin salida. Creo que esto sería muy importante que lo indicasen en el momento de la compra, ya que puede llevar a falsos disgustos con el producto y que tiene una sencilla solución. Con los lavados de mis muestras tuve suficiente para comprobar que sí me gustaba el producto (me di cuenta cuando se me acabó, es decir, no desde el primer uso), y para saber que si finalmente lo compraba, debía comprar también algún acondicionador o crema, tratamiento... no sabía el qué, pero algo para que el acabado fuese suave, hidratante y no me rompiese el cabello. Mi pelo es largo (por debajo de las axilas), ligeramente ondulado y bastante fino, así que debo cuidarlo durante todo el proceso.
Y algo sobre lo que no hablaban es sobre el poder relajante y de exfoliación que tiene este champú. El aplicarlo con un suave masaje sobre el cuero cabelludo es imprescindible, y sentir los granos gruesos de la sal deshaciéndose entre los dedos y el pelo recomiendo que se haga con los ojos cerrados para llevar el lavado a otro nivel.

La verdad es que desde que lo uso, porque sí lo compré al final en el único tamaño en que se presenta de 330g por 16,50€, sí he notado una mejoría en el aspecto de mi melena, que ahora está más brillante y con algo más de textura. Así que sí, en mi caso sí me aporta más volumen, incluso cuando lo dejo secar al aire, que es la mayoría de las veces. Con las niñas pequeñas y los baños al lado de los dormitorios, te vuelves un poco ninja en lo que a tus cuidados se refiere, si es que quieres estar sola y en paz. 😁


Olor, composición y modo de uso:
En la composición pone que usa aceite de coco (para suavizar) pero yo no soy capaz de identificarlo en el olor, y eso que es de mis preferidos. Yo esperaba un olor como a salitre (que no me hubiese disgustado, si fuese el caso), dada su composición principal a base de este ingrediente. O bien a limón o cítricos, que también están en gran proporción. Es un olor que no es ni dulce, ni afrutado, ni floral tampoco, como tantos otros productos que hacen característica a la marca. Al contrario, cuando lo olí sobre mi pelo, tanto en mojado como en seco, me daba una sensación a limpio como de peluquería. Y bastante refrescante.

Los ingredientes que utiliza son sal marina gruesa, aceite de coco como os comentaba, varios aceites e infusiones cítricas, infusiones de algas, absoluto de vainilla y agua de mar.

Así va el mío
Respecto al uso, la textura que tiene es bastante líquida y un poco engorrosa con tanta sal. Me explico: la primera vez que lo utilicé, y alguna otra después, cogí un buen pegote y me lo planté directamente en la coronilla para empezar a masajear mientras buscaba la espuma. Pero lo que ocurrió, porque yo lo apliqué como un champú al uso y como siempre lo había hecho, es que toda la sal se cayó al suelo de la bañera en cuanto metí los dedos. Sólo me quedó en el pelo el componente líquido. Y claro, no salía espuma. Además de los nudos que se hicieron en el pelo en solo unos minutos y que tuve que coger varias veces más un pellizco de champú hasta lograr espuma.
Poco a poco he cambiado la manera de utilizarlo, y lo primero de lo que siempre me aseguro es que el pelo esté bien mojado, mucho. Luego, con el champú en los dedos como si fuesen una cuchara (más o menos esa es la cantidad que yo utilizo por lavado tras mucho ensayo y error) y con cuidado de que no se caiga la sal ni se escurra el líquido, lo dejo sobre el cogote y masajeo con las puntas y despacio, con calma. De esa manera, la espuma se va formando en el cuero cabelludo, pero las puntas también se van impregnando con ella, y a la vez, protegen que todos los granos gordos de sal no salgan disparados y se desperdiguen por la bañera. Así, también evitamos no tener que volver a coger más producto y ahorramos un poquillo más que, como habéis visto, barato no es. Aunque es un bote que sin llegar a los cuatrocientos gramos y a pesar de que parece que no va a durar mucho con la cantidad que se usa por lavado, sí dura, sí. Además deja el pelo tan limpio y suelto, que dura más días sin tener que lavarse por una apariencia sucia o grasienta. Y se nota la sensación de frescor de llevar la cabeza limpia, lo que es un gusto. Aunque en la tienda me han recomendado no usarlo más de tres veces a la semana porque ahí sí que resecaría demasiado el cabello.

Siempre pienso que éste debe ser un champú ideal para regular un cabello que sea muy graso. Estoy segura de que la persona notaría una gran diferencia con su uso continuado en lo que a raíz respecta.


Con el tiempo...
Después del uso continuado, y con el tiempo, la sensación de lavado me ha ido cambiando. Toda esa "sequedad" que parece que envuelve el pelo en cuanto lo aplicas y lo vuelve estropajoso, se va en un momento si lo peinas con el champú puesto. Bueno, yo lo hago así. Y entonces el tacto, una vez peinado y con el champú aún en la cabeza es genial. Sedoso. Me gusta mucho. Aunque sigue necesitando de un extra de hidratación para un resultado óptimo. Creo que a casi todos los champús sólidos también les ocurre. Ya os lo confirmaré.
Aunque si soy sincera, el pelo de Ricitos es bastante fino también y, como su nombre indica, lleno de rizos, y yo no me atrevo a ponerle este champú porque me da que le va a romper mucho el pelo... Teniendo en cuenta lo secos que son estos cabellos rizados ya de por sí. Para desenredárselo en la ducha, con el tiempo que hay que echarle y que no es poco en un pelo liso, no lo veo muy efectivo. ¡Pfff! me estremezco sólo de pensar en los enredones que se le formarían. Eso sí, creo que le encantaría sentir cómo se disuelve la sal en su cabeza convirtiéndose en espuma con un simple masaje. Seguro que es magia para ella.
Estoy pendiente de ver si también el uso de SLS (sulfatos suaves y testados desde hace más de 30 años) en la composición del producto afecta de alguna manera en el color de mi cabello teñido con tinte químico. Por ahora es el único champú que estoy usando, en exclusiva, desde hace más de un mes, así que podré deciros algo más adelante.

¡Ah! Por cierto, Big tiene un acondicionador sólido. Os hablo de él en otra entrada.



Lush nos ofrece así este champú en su web. Y como viene siendo habitual en varios productos, un GIF sencillo de cabecera en el que se utiliza el producto in situ, resulta bastante útil.


¿Vosotras lo habéis probado? ¿Y qué tal la experiencia?

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